A una hora del centro de Santiago, en Peñalolén, el Templo Bahá'í te espera para comenzar el día. Su entrada es gratuita y tiene una arquitectura impresionante. Para llegar, se puede tomar un transporte colectivo que te deja en la cima.

El templo está construido de un material traslucido que permite la entrada de luz, con forma de capullo de 9 pétalos, parece que estuviera por abrirse al cielo. Lo rodea un jardín con espejos de agua que invitan a la meditación.
 

De regreso a la ciudad, para seguir con un ambiente natural y mantener la energía en alta, el Parque Metropolitano es una opción ideal. Con sus 737 Has, aquí está el Cerro San Cristóbal. Es posible subir con un funicular de fines de la década del 20. Su recorrido son 300 metros en un plano inclinado. Fue declarado Monumento Histórico y tiene 2 estaciones: El zoológico y la cumbre que lleva al mirador Santuario de la Inmaculada Concepción, coronado con una  gran estatua que es símbolo de la ciudad. Luego de una increíble vista panorámica de la ciudad, continuamos con las fotografías, ya que es posible bajar con un teleférico.

Al final de la tarde, puedes visitar el Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, que está muy cerquita. Si eres amante de la poesía, ¿qué tal ir a La Chascona?. Uno de los hogares de Pablo Neruda, hoy Casa Museo. Cierra a las 6 de la tarde y se necesita una hora para recorrerlo por completo.

Si eres amante de la nieve vas a deleitarte con todas las actividades que El Colorado tiene. Se trata de uno de los centros más populares para realizar deportes invernales de 1.300 hectáreas y con la única snowpark de pista iluminada. 

Si vas durante el verano también se pueden hacer actividades de montaña, trekking, escalada o cabalgatas. La mejor manera de desconectar de la ciudad que un paseo por Los Andes.

Hay excursiones que ofrecen también el recorrido por Farellones en el mismo día, por eso resulta una buena opción ideal hacerlo con un tour. Farellones es ideal para disfrutar de la nieve de forma más lúdica, aunque también ofrece pista de esquí y snowbard. Aquí, tienes vistas panorámicas, un miniparque y te podrás deslizar en la nieve en trineos o en un neumáticos (tubing). Si vas con niños, aquí podrás hacer angelitos y muñecos de nieve.

Por la noche, descubre el verdadero carrete chileno en el Barrio Bellavista, donde encontrarás distintos pubs y discotecas. Uno de los más visitados y amigables para ir es la Maestra Vida, un espacio dedicado a la salsa y la rumba caribeña, donde podrás tomar algunos cocteles.

A solo 1h40 de Santiago, Valparaiso resulta una escapada ideal al mar. Puedes combinarlo en una excursión con Viña del mar. Si quieres ir en bus, lo mejor es ir hasta la terminal Pajaritos. Las compañías Turbus y Pullman Bus hacen la ruta y salen a cada hora, desde las 6:00 hasta las 22:30 horas.

La ciudad es un museo al aire libre. Alrededor del muelle Prat, vas a encontrar el barrio histórico con sus casas palaciegas. Además, de ascensores centenarios, que permiten a los habitantes moverse por la ciudad, con algunos funiculares construídos en madera. Multicolor, Valparaiso tiene sus casas de colores y mucho street art, que sorprende a los visitantes en cada rincón.

Sobre la calle Bellamar, hay una serie de miradores con hermosas vistas al mar. En esa calle, consiéntete con un almuerzo en el restaurante gourmet Portofino, ideal por sus vistas y donde es popular su risotto con mariscos.

Por la tarde, puedes visitar el muelle Barón, donde quedó una gran estructura de cemento que hoy sirve de lobera. Aquí, enormes lobos marinos pelean por su espacio para descansar al sol. 

Ya de regreso en Santiago, en el barrio Yungay, se encuentra el restaurant Origen Bistró. Una antigua casona, con ricos platos y  una carta de vinos chilenos de viñas poco conocidas, que resultan un delicioso descubrimiento.